Hay muchos factores que determinan la calidad de una unión atornillada. Uno de los más importantes es la fricción, en la que se puede influir de muchas maneras. Superar la fricción causada por factores externos como la corrosión, la grasa vieja o los residuos de hormigón es una de las partes del montaje y desmontaje de uniones atornilladas que más tiempo lleva. La cantidad de fricción tiene un gran impacto en la cantidad de par de apriete que se necesita para alcanzar la carga de tornillo deseada. Una limpieza profesional de la rosca hace que el coeficiente de fricción sea más predecible y menor en toda la longitud de la rosca. Por eso, la limpieza de tuercas y tornillos antes de reutilizarlos es un paso importante en cualquier proceso de atornillado.